EJERCIENDO DESDE
LA VOCACIÓN

CUATRO GENERACIONES DE ABOGADOS

Desde muy joven, sentí la vocación por la abogacía casi como algo inevitable. No era solo una inclinación personal, sino una herencia marcada por la historia de mi familia. Cuatro generaciones habían dedicado ya su vida a la defensa de los derechos humanos y la búsqueda de la justicia. Mi tatarabuelo, bisabuelo y abuelo vistieron la toga, siendo para mí, un ejemplo a seguir.

Desde el año 1991 ejerzo como abogado, queriendo honrar ese legado con pasión y compromiso.
Cada caso lo abordo con la misma convicción e ilusión que mis ancestros. Estas orlas son ejemplo a seguir y el espejo en el que me miro todos los días.

José Rodríguez Fernández - 1868
Tatarabuelo

Prudencio Rodríguez - 1906

Antonio de la Hoz - 1935

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